La Virgen del Rocío vuelve a su casa tras 33 meses. Todo regresa, tal y como manda la tradición la Virgen llegó a su aldea a la caída de la tarde para poner fin a una de las procesiones más largas de la Historia.

Eran las 20.40 horas del sábado 28 de mayo cuando el pueblo de Almonte impaciente por coger a su Reina de Pastora saltaba la reja. Una decisión algo temprana pero que no hizo que el fervor y la fe faltasen a lo largo de la noche al lado de la Pastora. La Virgen del Rocío salía tras casi tres años de la parroquia de la Asunción, ataviada de Pastora «como una guapa almonteña», para regresar a su templo en la Rocina.

El 19 de agosto de 2019 la Blanca Paloma regresó a Almonte, como cada periodo de siete años, y nueve meses después, en la primavera de 2020, debía realizar el regreso a la aldea de El Rocío. Sin embargo, debido a la pandemia de coronavirus y los sucesivos estados de alarma impidieron tanto la romería en los dos años sucesivos como el traslado.

Lentamente la Virgen se despidió de la Plaza, de la calle Venida de la Virgen o de cada una de las callejitas que encuadraban el recorrido oficial. Bajo arcos de flores la Patrona de Almonte se iba despidiendo uno por uno de todos sus hijos y en especial de todos aquellos que la esperaban en las puertas de su casas. Un pueblo que hoy se encuentra vacío y que hasta dentro de cuatro años no volverá a rebosar de alegría.

De esta manera, una marea humana acompaño a la Virgen y a su Hijo hasta El Rocío donde otros cientos de personas esperaban impacientes que en el Alto del Molinillo se descubriera el rostro de la Reina de las Marismas. Allí, después de 23 horas de camino, el Párroco de Almonte y las camaristas de la Virgen le rezaban y aclamaban. Las hermanas camaristas, ante la atenta mirada del gentío y con el estruendo de las salvas de escopeta, descubrían a la Señora para su entrada triunfal en la aldea.

Un momento de singular hermosura e intimidad, a pesar de la multitud, la luz dorada de la tarde colándose entre los pinos; las guirnaldas de flores tan blancas como el nácar y tanto silencio que casi podía escucharse la conversación entre las camaristas y los párrocos. Fue breve, pero mereció la pena la espera, la Virgen estaba radiante de guapa. Cuando casi se rozaban las 26 horas de procesión bajo el repique de campanas y las salvas de escopetas, la Virgen entraba en su Santuario, donde ya reposa esperando la llegada de las hermandades filiales.

Finalizado el Traslado de la Virgen del Rocío a la aldea, ene esta mañana se están retirando los exornos del recorrido de cara a la Romería.

 

 

 

3 comentarios en «La Virgen del Rocío ya se encuentra en su aldea»

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