La Virgen del Rocío ataviada de reina esperando a sus hijos. Ya está todo preparado para celebrar una nueva Romería de Pentecostés y que se produzca la llegada y el reencuentro de tantos rocieros en la aldea almonteña.
La Blanca Paloma luce un traje confeccionado por el taller de bordados de la Hermandad Matriz en 2015. Se trata de un terno compuesto por saya, corpiño, mangas, sobre mangas y el traje del Niño. Por su parte, el manto es el conocido como “de Pentecostés”, realizado en el taller de bordados de Santa Bárbara, en el año 2011.
La Virgen de El Rocío y el Niño llevan las coronas de 1919 de su coronación canónica. Las ráfagas son las de punta de martillo, en plata sobredorada, de 1949. Mientras que las flores que luce son ramilletes de margaritas, amapolas, jazmines y lavándulas.
Como estrenos en este año 2022, la Virgen porta un cetro realizado en oro y marfil, enriquecido con perlas, amatistas, esmeraldas, zafiros y rubíes. El cetro del Pastorcito es a juego, y un orbe, ambos realizados en el taller de los Hermanos Delgado; regalo del artista Manuel Lombo. También luce un nuevo broche de plata con el nombre de Rocío sobre la media luna, donado por nuestra hermana Luz María Acosta.
Este mismo miércoles, en torno a las 10.00 horas, la Hermandad Matriz celebrará su Misa de Romeros desde el Alto del Molinillo justo antes de emprender el camino hacia la aldea. Está previsto que su llegada sea al anochecer del mismo miércoles y comenzará entonces el sueño de volver a vivir una nueva romería que arrancará oficialmente este próximo viernes 3 de junio, tras dos años sin poder celebrarse desde el Santuario de El Rocío.
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