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La Virgen del Rocío, Patrona del pueblo vecino de Almonte, amanece este sábado con nuevas flores acordes a los colores litúrgicos de la Semana Santa. 
Lirios en malva, morado, amarillo y blanco adornan las ráfagas de la Patrona de Almonte, que este año vivirá la primera Semana Santa rodeada de fieles y devotos tras su llegada al pueblo, pues el pasado 2020 la situación sanitaria no permitió que se viviese una semana de pasión como la que se conoce, y aunque este año no será igual tampoco, al menos las Hermandades podrán celebrar sus actos litúrgicos y vivirlos cerca de la Virgen.
Almonte cada siete años vive una Semana Santa peculiar, pues las Hermandades de Penitencia se encuentran ante los ojos de la Blanca Paloma y su Hijo,  hito y momentos que se regalan a la retina de los almonteños viendo frente a frente a las diferentes devociones y pasiones de un pueblo que se engrandece.
Las flores con las que amanece hoy la Blanca Paloma, las llevó por primera vez en la Romería del Rocío de 2013. Además, y como donación por parte de un matrimonio almonteño, la Virgen estrena un rosario de oro y amatista.

Este color morado es uno de los colores litúrgicos de la Semana Santa, y según indican desde la Hermandad Matriz, inivta a la conversion y a la vivencia de esa Semana Santa interior, de recogimiento, llena de fe y devoción, pues aunque atípica el Señor volverá a vivir su calvario en los corazones de todos los cristianos.
Por otro lado, la Virgen continua vestida con el traje conocido como “del tío Carlos”, y portando de nuevo entre otros atuendos, las ráfagas de punta de martillo doradas y la corona de su Coronación Canónica, de 1919. Igualmente, el Pastorcito viste un traje regalado por a asociación de vecinos de El Rocío. Este cambio se realizó con motivo de la Fiesta de la Luz.
Almonte, su Patrona y su Hijo, se encuentran preparados para iniciar una semana de pasión atípica, pero rodeados por el pueblo, y a la espera de un Domingo de Resurrección que un año más llegará para anunciar los 50 días previos a Pentecostés.

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