La Semana Santa en La Palma del Condado ha brillado en un año esperado por cofrades y devotos. Una Semana de Pasión en la que La Palma ha venerado a Cristo y su Madre como cada primavera.

Domingo de Ramos

Un nuevo Domingo de Ramos volvió a amanecer La Palma con sabor a “Perdón y Amargura”. A las 18.00 horas se abrían las puertas de una Ermita del Santo llena de lágrimas y emoción. Con túnicas negras y blancas para el Cristo y negras y burdeos para la Virgen, comenzó a desfilar el cortejo del Domingo de Ramos Palmerino.

Tanto la Virgen de la Amargura como el Cristo del Perdón son obras del imaginero Luis Álvarez Duarte, quien define a la Virgen como una de sus imágenes con mejor “planta”, en la que la Virgen presenta tanto dolor como dulzura.

El primer paso representa a Cristo Crucificado en la Cruz bajo la mirada fija y arrodillada de la Virgen de la Soledad, atribuida a Gabriel de Astorga. El paso es portado por unos 42 costaleros, al mando de Manuel Alejandro Gómez y José Andrés Millán. La Virgen de la Amargura, en su palio es mecida por unos 36 costaleros al mando de Francisco Sánchez y Manuel García Félix.

Uno de los momentos más importantes de esta cofradía, que este año ampliaba su recorrido pasando por la Plaza España, fue su paso por las Hermanas de la Cruz, en las que estas le dedicaron una oración tanto al Cristo como a la Virgen.

Un recorrido en el que se repartieron el amor y el perdón por las calles de la ciudad, que quedo abrumada por la dulzura de una virgen con carita de niña y el amor de un cristo crucificado. Un recorrido ampliado y el disfrutar tras dos años hicieron que a las 23.30 horas entrará la Amargura como fin al cortejo.

Martes Santo

Dos días después del Domingo de Ramos tuvo lugar el esperado Martes Santo de Cautivo y Lágrimas en La Palma. Túnicas azules y burdeos tenían previsto el recorrido por el pueblo de La Palma en oración cautiva.

Eran las 20 horas de la tarde, y sonó el repliquen las campanas de la Iglesia y Parroquia de San Juan Bautista. En esta ocasión la Hermandad tuvo que esperar y decidir, pues las fuertes lluvias impidieron que la Cruz de Guía de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Nuestra Madre y Señora de las Lágrimas y San Juan Evangelista, abriese las puertas de la Parroquia.

Una Parroquia que quedo abarrotada de fieles y devotos que acompañaron a Cristo y a su Madre en una tarde diferente, pero que realizaron su estación de penitencia mediante un Viacrucis. Caras llenas de lágrimas y emoción en una tarde primaveral, pero lluviosa.

En el primer paso de esta cofradía se puede observar a Nuestro Padre Jesús Cautivo, obra de Antonio Castillo Lastrucci. Unos 35 costaleros llevarán el paso, cuyos capataces son Manuel Jesús y Juan Carlos Martín Domínguez. Un Cristo “camino a la muerte”, cautivo en su dolor. El paso del Cristo va acompañado por Banda Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Palma del Condado

El segundo paso, siendo este el palio de la Virgen de las Lágrimas fruto de Rubén Fernández Parra y acompañada por San Juan Evangelista, obra del mismo. El paso es llevado por 30 costaleros a la voz de José Manuel Morales Gil y Manuel Suárez Millán. Es la Banda de Música Municipal Nuestra Señora del Valle La Palma del Condado quien acompaña a la Virgen y a San Juan Evangelista durante su recorrido cautivo.

Viernes Santo, Madrugá

Desde el Castillo del Valle comenzó la Madrugá Palmerina. Eran las 05,00 horas cuando la Estación de Penitencia de la Muy Antigua, Venerable, Piadosa y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Socorro y San Juan Evangelista comenzó.

En el primer misterio de esta cofradía se puede observar la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de finales del siglo XVI, principios del XVII y anónima, acompañado por Simón Cirineo, de Moreno Daza, quien le ayuda a cargar con la Cruz hasta ser crucificado.

En el paso de palio va “mecida” por sus costaleros la Virgen del Socorro, de Sebastián Santos Rojas, acompañada por la obra de Antonio Bernabé, San Juan Evangelista. Un magnífico palio de plata que no deja indiferente a todo aquel que lo contempla.

Al son de la Banda Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Palma del Condado se producía el encuentro esperado, donde Padre Jesús y la Virgen del Socorro hicieron de esta noche primaveral un momento mágico. Una Madrugá en la que se respiró la devoción y amor del pueblo de La Palma a esta cofradía, datada como una de las más antiguas de la Semana Santa palmerina.

  

Viernes Santo de Santo Entierro

Y el broche de oro a la Semana Santa palmerina, como cada Viernes Santo, lo puso la Hermandad del Santo Entierro. A las siete de la tarde, tenía lugar la apertura de la Parroquia y se ponía en la puerta la Cruz de Guía de la Muy Antigua y Fervorosa Hermandad Servita y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro, Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de los Dolores.

La representación de Cristo yacente al sepulcro tras descenderlo de la Cruz se puede admirar en el primer paso. El Cristo de la Buena Muerte es obra de Antonio Pinto Soldán, encarnado por Santiago Martínez. Los Santos Varones: Nicodemo y José de Arimatea, María Magdalena y San Juan son obras de Joaquín Moreno Daza.

En el segundo paso se admira la imagen de la Virgen de los Dolores, obra de Sebastián Santos Rojas, el mismo que talló a la Virgen de las lágrimas.

Alrededor de unos 290 nazarenos acompañaron a las imágenes. Túnica de color blanco-crema, capa y antifaz negros. Además de la Corporación Municipal, Hermandades del municipio y la Policía Local acompañaron a esta cofradía. La Virgen de los Dolores es Patrona y protectora de la Policía Local de La Palma.

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