El acto litúrgico fue una experiencia de profunda espiritualidad en uno de los entornos históricos más emblemáticos de la provincia de Huelva.
La noche de este Viernes de Dolores, la venerada imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte protagonizó un solemne y emotivo Vía Crucis que recorrió el imponente recinto amurallado de la ciudad de Niebla. Desde la creación de este Vía Crucis, hace ya varias décadas, se busca unir la tradición religiosa con el valor histórico y patrimonial de Niebla.
A las 21:00 horas tenía lugar la salida del crucificado desde la iglesia parroquial Santa María de la Granada, un acto que tradicionalmente se celebra a las puertas de la Semana de Pasión iliplense y que está organizado desde la propia parroquia con quien colabora también las distintas hermandades, así como el propio Ayuntamiento para dar mayor realce a la celebración.
La imagen del Cristo de la Buena Muerte fue portada a hombros por sus costaleros a lo largo de un recorrido que discurrió tanto por la zona de intramuros como extramuros, ofreciendo una estampa única y evocadora bajo la luz de las velas, las antorchas y los faroles en la oscuridad de la noche.
Durante algunos instantes donde se viven distintos momentos de la Pasión de Cristo, se rememoran en Niebla estampas verdaderamente emotivas como la salida del crucificado por el arco polilobulado de Santa María de la Granada, la salida a extramuros por la puerta del Agua, el paso por la puerta del Buey o la Cruz del Concejo, así como la entrada al casto histórico por la puerta del Socorro.
Las catorce estaciones del Vía Crucis se desarrollaron en puntos estratégicos del recorrido, con la lectura de pasajes bíblicos, reflexiones y oraciones que invitaron a los asistentes a meditar sobre la Pasión y Muerte de Jesucristo en un marco incomparable. Se contó con la asistencia de numerosos fieles y visitantes, atraídos por la singularidad y el recogimiento de este acto penitencial único.
Desde la organización se afirma que “es una experiencia muy emotiva y diferente. Poder acompañar al Cristo por la muralla, con la historia que encierra este lugar, le da un significado aún más profundo al Vía Crucis.
Sobre el Santísimo Cristo de la Buena Muerte:
Es una talla de los años 40 cuyo autor es Antonio Castillo Lastrucci. Durante todo el año preside el altar mayor de la iglesia parroquial Santa María de la Granada y desciende una vez al año para el desarrollo de este peculiar Vía Crucis.
La muralla almohade de Niebla es uno de los conjuntos defensivos medievales mejor conservados de España, declarada Bien de Interés Cultural.