El CIECEMA vuelve a acoger el Consejo de Participación de Doñana. Tras un lapso de tiempo, el Consejo de Participación de Doñana volvió a reunirse ayer en Almonte.
En esta ocasión, de nuevo en el Centro Internacional de Estudios y Convenciones Ecológicas y Medioambientales (CIECEMA), que se recupera para este tipo de actos. Un encuentro que duró cinco horas, donde se analizó el pacto por Doñana y se reivindicaron de diversos temas de relevancia para este enclave.
El alcalde de Almonte, Francisco Bella, enfatizó la importancia de mantener un enfoque local en la toma de decisiones, subrayando que cualquier medida adoptada desde puntos distantes de Doñana, sin tener en cuenta las perspectivas locales, podría ser errónea. Destacó también la necesidad de considerar el impacto directo de las decisiones sobre la agricultura tradicional de Almonte, abogando por la inclusión de la asociación de agricultores Puerta de Doñana en el Consejo de Participación.
El primer edil, además, reivindicó la situación de las Marismas del Rocío, que llevan años enarenándose, la no construcción del Palacio de Doñana, “que ha sido un atentado contra el patrimonio cultural”, o la importancia de los usos tradicionales. Bella señala que “el alma de Doñana se ha ido apagando precisamente porque el enfoque de los problemas nunca ha sido local, siempre ha sido externo y eso acaba desfigurando su auténtica identidad”.
El análisis del Pacto por este espacio natural, firmado en Almonte, también focalizó la atención de esta reunión. El Consejo de Participación, como foro representativo de todas las administraciones, se erige como un espacio de encuentro para abordar desafíos medioambientales. En la búsqueda del bien común para el Parque, se enfatizó la necesidad de trabajar conjuntamente, proponer medidas concretas y explorar fórmulas innovadoras para resolver los problemas que afectan a este invaluable espacio natural.