Un mes de soledad en la aldea, un mes sin la Reina de las Marismas presidiendo el altar mayor del Santuario de El Rocío. 

La Virgen del Rocío lleva un mes retirada del culto, lejos pero cerca de devotos y simpatizantes, y marcando un hito histórico que no solo se vivió en la pandemia. Fieles, devotos, simpatizantes o simplemente curiosos, son miles el número de personas que pasan diariamente por el Santuario, aumentando la afluencia en fines de semana, coincidiendo con peregrinaciones de hermandades.

La Hermandad Matriz aprobaba de forma unánime la restauración de la Patrona almonteña durante la celebración de un Cabildo Extraordinario que tenía lugar en la Parroquia de la Asunción el pasado 24 de septiembre. Hermanos y vecinos de Almonte respaldaron la restauración de la Virgen del Rocío. “Un proceso que se extenderá durante tres meses y, aunque la imagen permanecerá en el Santuario, será retirada del culto durante los trabajos”, afirmaban los primeros comunicados emitidos por la Hermandad Matriz.

Asimismo, a finales de esa semana, se hacía extensiva la noticia el lunes 2 de octubre la Virgen sería retirada del culto, “estos son los últimos días para visitar a la Virgen del Rocío, ya que, a principios del mes de octubre, la imagen será retirada del culto público para que comience la intervención de la conocida restauradora Fuensanta de la Paz”

El trabajo está siendo llevado a cabo en un espacio habilitado dentro del mismo Santuario. A sus 73 años, Fuensanta de la Paz es la jefa de restauración del Museo de Bellas Artes de Sevilla, desde 1998 y será la encargada de realizar las tareas de conservación a la patrona de Almonte. La experiencia de quien ha cuidado en silencio a la Virgen del Rocío.

La vinculación de la restauradora con la patrona de Almonte no se inicia con la designación para su restauración, sino que viene de años atrás, pues ha sido la experta de cabecera a la que ha acudido la Hermandad Matriz para cualquier consulta o supervisión sobre el estado de la sagrada imagen.

La Virgen de El Rocío de regreso a su camarín
La Virgen de El Rocío de regreso a su camarín

Era el 30 de septiembre cuando se celebraba la tradicional sabatina de cada mes en el Santuario del Rocío, en ella almonteños y devotos aprovechaban para despedirse de la Virgen del Rocío, ese mismo lunes 2 de octubre fue retirada del culto público para dar comienzo a la tarea de restauración. Momentos llenos de sentimientos encontrados, “la congoja de no verla en tres meses se hace hoy latente, pero todos sabemos que es por su bien y ella nos cuidará”.

Autoría de la Virgen del Rocío

La Virgen del Rocío es todo un misterio en lo que respecta a su autoría y las intervenciones para su conservación a lo largo de los años. Existe la teoría de que se trata de una obra del siglo XIII, que a principios del siglo XV sufrió una importante restauración que le imprimió su carácter goticista.

Según la teoría del historiador sevillano Jesús López Alfonso, la imagen pertenece a la segunda mitad del siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X, que tiene particular importancia en la provincia de Huelva por la Reconquista de Niebla. Por su parte, los historiadores onubenses González Gómez y Carrasco Terriza la datan entre los años 1280 y 1335 siendo una escultura de procedencia francesa cuya estatura de la talla original es de 1 metro que aumentó su tamaño cuando empezó a vestirse, época de donde datan las manos, el niño y la caída de los ojos de la cara de la Virgen.

Una imagen histórica cuya restauración no es tarea fácil y que la relegida Junta de Gobierno ha abordado con una gran determinación. Las propias hermanas camaristas advirtieron sobre su preocupación debido al deterioro de la misma. Esta es una de las restauraciones más esperadas.

A día de hoy a la entrada en el Santuario se vislumbre el simpecado de Almonte custodiando el altar principal donde falta Ella.

 

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