María Santísima de los Dolores y el Cristo de la Buena Muerta recorrieron las calles de La Palma, en un domingo otoñal, acompañados por las hermandades locales, las hermandades servitas, y hermandades vecinas, haciendo de esta manera, historia viva de la Hermandad. 

La pasada semana, la Hermandad del Santo Entierro de La Palma del Condado celebraba el Bicentenario Servita de la misma, un Bicentenario aplazado por la pandemia, y que gracias a la situación actual se ha podido celebrar según lo previsto. Por ello, tras una semana de actos, en el día de ayer se culminaba con la Función Principal y posterior procesión.

La Función Principal tuvo lugar a las 10:00 horas en la Plaza de España, con un altar diferente, pues  miraba a las puertas de la Parroquia en vez de dejarlas a las espaldas, y presidido por el Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de los Dolores, ambos a modo de Piedad en el paso de misterio. La Función Principal fue oficiada por Francisco Miguel Valencia Bando Vicario Episcopal del Condado y acompañada musicalmente por la Coral de La Palma del Condado.

El culmen de la celebración de este Bicentenario fue la procesión de la Hermandad del Santo Entierro, con ella se quiso poner fin y volver a recalcar la importancia de la Misión Servita, «llevar el Evangelio a la calle y acercárselo a todo el pueblo de La Palma«, como se hace cada Viernes Santo. Una Misión que quedará grabada a modo de imagen en las retinas de todas las personas que acompañaron o tuvieron la oportunidad de contemplar a la Virgen y su Hijo.

Una imagen que ha hecho historia en La Palma, pues aunque no es difícil verla en cultos o en la Parroquia, es cierto que solo se había contemplado en la calle, según ha explicado la propia Hermandad, en el Rosario de la Aurora en el año 1987, cuando se cumplían 50 años de la llegada de la Virgen a La Palma, además coincidiendo también un 14 de noviembre. Pese a ello, la Virgen nunca había sido portada en el paso de misterio, ni el Cristo había salido sin sus santos.

Asimismo, unas 600  personas fueron las que acudieron a la Plaza de España en la mañana de ayer, para acompañar a la Hermandad en este hecho histórico. Además, un cortejo formado por hermanas de mantilla, hermanos con cirios y hermandades visitantes y locales con sus representaciones, formaron un reguero de emoción y sentimiento por las calles de La Palma, donde puntalmente la Coral del municipio cantó a María Santísima de los Dolores y al Cristo de la Buena Muerte. La banda Virgen de las Mercedes de Bollullos acompañó musicalmente durante el recorrido, como es tradición, al paso de Misterio.

Una nube de sentimientos y emoción inundo ayer La Palma, las visitas al Ayuntamiento y su Corporación Municipal, a la Policía Local, de la que María de los Dolores es patrona y protectora, o a la Patrona del municipio, Nuestra Señora del Valle marcaron puntos claves de está procesión. Al igual que el paso por su calle, recientemente inaugurada, Virgen de los Dolores.

La devoción a la Virgen de los Dolores en el pueblo de La Palma es especial, y una vez más se volvió a dar muestra de ello. Una fe y una esperanza que hermanos, hermanas y simpatizantes hicieron palpables ayer tras dos años sin que la Virgen y su Hijo recorrieran las calles de un pueblo que relucía bajo el sol de otoño al paso de esta Hermandad por las calles de La Palma.

Fotos: Pedro García y David Limón.

 

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