La Nochebuena del reencuentro con la Virgen del Rocío y el Pastorcito Divino, después de casi tres meses la Virgen volvía por Navidad. 

El 22 de diciembre, tras casi tres meses de trabajos para su restauración, la Virgen volvía al culto público presidiendo el Altar Mayor del Santuario de la aldea de El Rocío. Ya lo decía el presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla el pasado martes, » esta navidad no nos podía traer un mayor regalo que recuperar a la virgen en todo su esplendor».

En este reencuentro, tras casi tres meses, la Virgen viste el traje de los Montpensier, un histórico conjunto que ha lucido en grandes momentos como su coronación canónica o la visita de San Juan Pablo II, a juego con el Pastorcito viste a juego, según explican desde la Hermandad Matriz.

Esta pieza textil, una de las más antiguas del ajuar de la Blanca Paloma, regresó la semana pasada del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, donde han limpiado, reforzado y estabilizado sus diferentes elementos: tejido, bordados, blonda y forros. Las coronas que ambos lucen son las de la coronación canónica, de 1919; también de ese año es el rostrillo de la Virgen, conocido como “de Muñoz y Pabón”. Las ráfagas son las de punta de martillo, en plata sobredorada, de 1949. Las flores que exornan a la Reina de las Marismas son rosas y paniculatas de color blanco, inspirado en la pintura de la Virgen de Santiago Martínez.

El altar levantado para la ocasión lo conforman piezas de finales del siglo XIX – principios del XX, talladas, doradas y marmolizadas. Un retablo efímero flanqueado por dos ángeles del antiguo camarín de la Virgen, cuya autoría se atribuye a Cayetano D´Acsota.

Todo ello se enmarca en un cuajado exorno de flores naturales que ha sido donado por las hermandades y asociaciones rocieras. La realización de las jarras, en tonos rosas, ha estado a cargo de los santeros de la Virgen. Las guirnaldas de las pilastras laterales, compuestas por rosas rojas, hojas de eucaliptos, palmeras y diversas flores de fantasía, han sido confeccionadas por la floristería almonteña AnaFlor.

La Virgen del Rocío era retirada del culto público el 2 de octubre, cuando comenzaban las intervenciones a cargo de la conocida restauradora Fuensanta de la Paz. El trabajo se ha llevado a cabo en un espacio habilitado dentro del mismo Santuario. Aun así la Hermandad Matriz, ha mantenido con mucho mimo el trabajo de la restauración pues como bien dice el propio pueblo de Almonte,  «los temas de la Virgen son sagrados».  Todo lo que rodea al estado de la imagen de la Virgen del Rocío siempre se ha tratado con sumo cuidado por la Hermandad Matriz y el pueblo de Almonte, debido a la relevancia pública y a la importancia en el ámbito de la fe cristiana que ha cobrado con el paso del tiempo.

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