Siempre hay algo bueno después de la espera o eso dicen y la Hermandad de la Soledad de Hinojos es un claro ejemplo de ello. Después de varios años de añoranza, sin poder salir dos años consecutivos por la pandemia y los dos anteriores por circunstancias meteorológicas, en la noche de Viernes Santo de ayer, el Cristo Yacente y su Madre recorrieron las calles hinojeras.
La Hermandad de Gloria y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Cristo, Jesús Resucitado, Nuestra Señora de la Soledad, María Magdalena, Santa Ángela de la Cruz y Santa María de la Purísima de Hinojos ha podido al fin disfrutar de su estación de penitencia en una noche primaveral con el cielo estrellado y la luna como testigo.
A las 22.00 horas, la Cruz de Guía salía de la Ermita de la Soledad, seguida del Cristo Yacente, como siempre acompañado por sus nazarenos vestidos con túnica y antifaz negros y cíngulo de esparto y portadores de cirios negros. Las puertas del cielo permanecían abiertas para ser testigos de como la Virgen de la Soledad volvía las calles de su pueblo hinojero, precedida por sus nazarenos con túnica burdeos, capa negra y cíngulo negro para poner rumbo a una nueva estación de penitencia.
En este 2022, en el paso de la Virgen había un detalle muy especial y significativo. Se trata de la Vara de Presidencia de la Hermandad de color dorado y con un lazo de negro de luto situada en el respiradero frontal del paso, en honor al Hermano Mayor Antonio Venegas que falleció el año pasado. Igualmente, el estandarte de la Corporación portaba un crespón negro en señal de luto por aquellos hermanos que partieron al reino de los cielos. Entre todos los vecinos, familiares, amigos, y hermanos ha estado muy presente Antonio Venegas, durante la noche del Viernes Santo, por ser una persona que en vida se desvivió y luchó siempre por su hermandad.
El paso del Señor iba dirigido por Antonio Franco González y Miguel López. En silencio, el Cristo recorrió todas las calles de su querido municipio. Mientras que la Virgen, teniendo al frente como capaces a Manuel Díaz Díaz y Jesús Calero, ha estado acompañada musicalmente por la Banda de Música Filarmónica Ciudad Bollullos par del Condado.
En cuanto a los estrenos, se han restaurado los llamadores de ambos pasos y los respiraderos de la urna del Cristo Yacente. Igualmente, se ha limpiado el manto negro de la Virgen de la Soledad.
En torno a las 1.45 de la madrugada el Cristo Yacente volvía a entrar por las puertas de su Ermita y poco después, sobre las 2.00 regresaba la Virgen de la Soledad. A la espera de seguir soñando, porque después de la muerte, vuelve la vida y en Hinojos todavía queda un fin de Semana de Muerte y Resurrección.
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