El Rio Tinto se tiñe de turquesa a su paso por Niebla. Se trata de una imagen que causa incertidumbre y preocupación entre los vecinos de la localidad iliplense, porque se desconoce que este fenómeno pueda ser fruto de un vertido en las aguas .
El Puente Romano del municipio iliplense ha lucido una estampa poco usual, ofreciendo un color turquesa que baña las aguas de Rio Tinto. Lo singular de esta imagen es que el color «natural» de estas aguas es precisamente el rojizo que está presente en los 100 kilómetros por los que discurre su cauce.
La existencia de su color natural, el rojizo, es resultado del elevado contenido de azufre y sulfuros que se combinan con los materiales pesados. En este ecosistema viven diversos microorganismos que son los que oxidan a los materiales presentes en estas aguas. Ese fenómeno contribuye a que el hierro y el azufre generen iones que son los que acidifican el agua.
Así, en estas aguas la única vida que se puede encontrar, es la de estos microorganismos que han conseguido adaptarse a un pH de agua extremo. Por todo ello, resulta especialmente significativo a la vez que sorprendente que el agua haya adquirido ese color turquesa.
Los vecinos de Niebla han solicitado que se realicen las correspondientes investigaciones para saber si es consecuencia de un caso de contaminación por algún vertido y encontrar una solución a este fenómeno para que no cause daños en un paraje tan significativo e importante para la provincia onubense, como es el Río Tinto.