La institución provincial onubense se suma al silencio por los dos guardias civiles fallecidos en Barbate en acto de servicio.

El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, acompañado por miembros la corporación provincial y de trabajadores y trabajadoras de la institución, han guardado un minuto de silencio este lunes, en señal de duelo por Miguel Ángel Gómez y David Pérez, guardias civiles fallecidos en acto de servicio en la localidad gaditana de Barbate el pasado viernes.

El minuto de silencio en la puerta de la Diputación se he cerrado con un aplauso en reconocimiento a las víctimas y en apoyo y solidaridad con sus familiares y compañeros.

En la tarde del viernes un narcolancha arrollaba una embarcación de Guardia Civil. Los narcotraficantes asesinaban a dos agentes, un tercero es encuentra herido grave y el último herido leve. Un total de cinco integrantes de la narcolancha fueron detenido este sábado. Tres de los detenidos son tripulantes de la narcolancha y se ha arrestado también a las otras dos personas que les fueron a recoger. Las embarcaciones se habían refugiado en el recinto portuario del Barbate sin ningún tipo de precaución amparadas por la impunidad con las que operan los narcotraficantes en la zona, aseguran fuentes del Instituto Armado.

El suceso se producía mientras la Guardia Civil se encontraba vigilando en el Puerto de la Albufera de Barbate. En la embarcación de la Guardia Civil había seis integrantes y una narcolancha ha pasado por encima de ellos. En un duro vídeo difundido se puede escuchar como los narcotraficantes jalean mientras preparan la embestida y gritan: «A la piolín, a la piolín. Le ha dado, le ha dado». Asimismo, se puede escuchar cómo la gente que lo graba está jaleando a los narcotraficantes para que hundan a los agentes, mientras dos lanchas dan vueltas alrededor de una pequeña patrullera para embestirla.

Los fallecidos son Miguel Ángel González Gómez, uno de ellos, pertenecía al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Tenía 39 años, era natural de San Fernando (Cádiz) y estaba soltero, aunque tenía pareja y una hija. Por otro lado, David Perez Garacel, el otro fallecido, era agente del Grupo de Acción Rápida (GAR). Con 43 años, había nacido en Barcelona pero era vecino de Sarrigurren (Navarra), donde estuvo destinado muchos años. Estaba casado y tenía dos hijos de 8 y 10 años.

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