La Hermandad Matriz de Almonte ha presentado este martes la Carrera Solidaria Virtual “Camino del Rocío”, una iniciativa en la que los participantes pueden realizar 10 kilómetros desde sus pueblos o ciudades; sólo deben inscribirse y descargarse una app. Los beneficios irán destinados a la Obra Social de la institución almonteña.

Esta carrera ha sido organizada por Desnivel Positivo, una empresa andaluza especializada en eventos deportivos. Han creado la web, carreracaminodelrocio.com, detallando toda la información y desde donde deben inscribirse los participantes. Que tendrán del 19 al 26 de agosto para realizarla.

La inscripción, que cuesta 15 euros, incluye una bolsa de corredor, con una camiseta técnica diseñada para la ocasión, un dorsal, una medalla finisher y un diploma. Para los responsables de Desnivel Positivo, Enrique D. Axpe y Tomás Pablo Sampalo, esta carrera “es una oportunidad de volver a demostrar la generosidad y compromiso de la familia rociera”. Un evento para el que han contado “con la complicidad de nuestra Hermandad Matriz”, destacan.

El presidente de la institución rociera, Santiago Padilla, ha manifestado su agradecimiento a los responsables de la organización de este evento con el que, además, se fomenta el deporte en un momento en el que nuestra salud y nuestros hábitos son tan importantes de cuidar. Así mismo, ha recordado el sentido solidario de la carrera, “con el que ayudaremos a un joven almonteño, desde nuestra Obra Social”, ha subrayado.

La historia de Pablo Leiva un almonteño de 8 años con discapacida

La delegada de caridad de la Hermandad Matriz, Antonia Rocío Acosta, ha contado en el encuentro con la prensa de esta tarde la historia de Pablo Leiva, un niño almonteño de 8 años, a quien irá destinado los beneficios de esta carrera solidaria.

A día de hoy, Pablo no controla cabeza, tronco, ni extremidades; teniendo reconocida una discapacidad del 94%. Durante el transcurso del parto, una serie de negligencias médicas, hicieron que el niño tuviera una falta grave de oxígeno, que derivó en una hipoxia isquémica profunda severa. Con la consecuencia de padecer una gran dependencia sobre todo el nivel motor.

Sus padres, Fran y Gema, quienes se ha mostrado agradecidos a la Hermandad Matriz por ayudar a su hijo a través de esta actividad, cubren con esfuerzo las muchas necesidades que Pablo tiene en su día a día. Lo llevan a un centro de atención temprana, en Huelva, donde le hacen fisioterapia respiratoria y en casa le realizan ejercicios que han aprendido, para evitar infecciones respiratorias.

Entre las necesidades que a la familia les hacen falta, están por ejemplo, un vehículo adaptado, en el actual tiene que montar y desmontar el carro de Pablo, que es de hierro; adaptar el baño de su casa o, algo importante, conseguir un aparato llamado Iris Bond, que trabaja la comunicación visual del niño, lo que reforzaría lo que ha ido aprendiendo y ayudaría a empezar a comunicarse con sus padres.

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