Pasaron horas de angustia en un hotel de Honolulu tras recibir una alerta de riesgo extremo por tsunami, todo quedó en un susto.

La familia onubense que vivió en primera persona la alerta de tsunami en Honolulu, Hawái, tras el terremoto de magnitud 8,8 registrado frente a la costa de Kamchatka (Rusia), ya se encuentra de vuelta en casa. El suceso, que activó la emergencia en diversas zonas del Pacífico, quedó finalmente en una falsa alarma, pero los momentos de tensión vividos quedarán grabados para siempre en su memoria.

«Todo comenzó estando en la playa con mi madre, mi hermana y mi pareja», relata la ciudadana onubense. «Sobre las 3 de la tarde, no recuerdo la hora exacta, nos sonaron los teléfonos a todos los que estábamos allí. Al mirar, vimos un mensaje de alerta: ‘riesgo extremo de tsunami, su vida corre peligro, aléjese de la playa y busque un lugar alto’».

Pese a que el mar parecía tranquilo, el pánico se extendió rápidamente. «Todo el mundo empezó a recoger corriendo. Yo voy en silla de ruedas, lo que complicó un poco más la evacuación, pero conseguimos salir rápido», explica. Poco después recibieron otro aviso: el posible impacto del tsunami se esperaba para las 19:10. Les recomendaban almacenar agua y comida y subir a edificios de más de cinco plantas. Afortunadamente, su hotel tenía 24 plantas y estaban alojadas en la 13.

La tensión no se limitó a ese momento. «Cada hora sonaban las sirenas en toda la isla. Fue una agonía. Ver cómo se acercaba la hora y no poder hacer nada más que esperar… es lo peor», confiesa emocionada. “Nos sentimos muy impotentes. Al principio hubo información clara, pero después pasó el tiempo y fuimos nosotras las que tuvimos que buscar datos por nuestra cuenta. Solo queríamos que se acabara ya”.

En medio de la incertidumbre, también estaba el temor por el vuelo de regreso a Los Ángeles, previsto para el día siguiente. “Vimos que el tsunami se dirigía justo hacia la zona del aeropuerto y se empezaron a retrasar los vuelos. No sabíamos si podríamos salir”.

Aunque en ningún momento llegaron a ver olas destructivas —las registradas no superaron los 1,8 metros—, la experiencia les dejó una profunda huella. “Justo el día anterior habíamos hecho una ruta de senderismo y vimos los carteles de evacuación por tsunami. Nos pareció curioso. Nunca imaginamos que hoy íbamos a tener que seguir esas indicaciones. Cuando vi el primer aviso en la playa, lo primero que pensé fue en el tsunami de Tailandia de hace años. Pensé que podíamos ser nosotras”.

Ahora, ya desde Huelva, la familia respira aliviada tras comprobar que todo quedó en un susto. “Estamos bien, pero ha sido un episodio que no olvidaremos jamás. Afortunadamente, no ha habido víctimas ni daños materiales. Lo más importante es que estamos a salvo y juntos”.

 

13 comentarios en «La familia onubense que vivió la alerta de tsunami en Hawái ya está de vuelta»

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