La David Pérez Carracedo, fallecido tras embestir su embarcación una narcolancha en el puerto de Barbate, ha impedido que Marlaska le condecore.
Este domingo lleno de conmoción, la viuda de David Pérez Carracedo ha protagonizado uno de los momentos más duros el funeral de su esposo, llevado a cabo en la Comandancia de la Guardia Civil en Pamplona. En un gesto que ha dejado perplejos a los presentes, la mujer ha impedido al Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, colocar la medalla de condecoración al féretro de su esposo.
El hecho se desarrollado durante el acto de imposición de la condecoración póstuma a uno de los guardias asesinados en Barbate, perteneciente al Grupo de Acción Rápida (GAR) de Pamplona. Testigos presenciales relatan que, en el momento en que Marlaska se aproximaba al féretro para llevar a cabo la condecoración, la viuda se interpuso en su camino, haciendo referencia su negativa a que fuera él quien le otorgara tal honor.
La reacción del Ministro no pasó desapercibida, mostrando visible disgusto ante la situación, mientras que los presentes, incluyendo a cientos de guardias y civiles, aplaudían el gesto de la viuda. Altos mandos de la Guardia Civil intentaron mediar en la situación, pero la viuda se mantuvo firme en su postura, incluso llegando a expresar que preferiría renunciar a la compensación económica asociada a la condecoración.
«Ha sido una escena durísima, ha recordado a los tiempos de ETA», expresaron algunas fuentes presentes en el funeral, reflejando el profundo malestar que se vive en la institución hacia la gestión del ministro en el Campo de Gibraltar. Este malestar ha alcanzado su punto máximo con las recientes muertes de dos guardias civiles en una zona afectada por el narcotráfico, donde los agentes han estado reclamando más recursos y apoyo durante años.
Desde el Ministerio del Interior, se ha optado por no comentar la situación, limitándose a expresar que el ministro asistió al funeral para mostrar sus condolencias y respeto, confirmando que la medalla fue otorgada a título póstumo. Sin embargo, el incidente deja entrever las profundas tensiones y discrepancias que existen entre la Guardia Civil y la dirección política en materia de seguridad y recursos.
David Pérez, de 43 años, estaba casado y tenía dos hijos. Nacido en Barcelona, desarrolló su trayectoria en Navarra, donde llevaba destinado desde hace más de una década. Pertenecía al GAR de Pamplona y se encontraba actualmente en comisión de servicio en la provincia de Cádiz.
[…] La viuda del Guardia Civil navarro impide a Marlaska que le condecore […]
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