El estreno de la 13 temporada de la mediática serie española ‘La que se avecina’ ha creado un debate en redes sociales auspiciado por usar la gordofobia.
La gordofobia es el odio, rechazo y violencia que sufren las personas con problemas de salud como obesidad o sobrepeso por el hecho de ser gordas. Una de las series más mediáticas de la televisión española ha recibido un aluvión de criticas por «mofarse» de un problema real en la sociedad, como es la obesidad, y es que uno de sus personajes, Yolanda Morcillo (Miren Ibarguren), ha sido caracterizado como una persona con obesidad mórbida para «tapar» su embarazo. Este personaje recibe en la serie mofas e insultos debido a sus excesivos kilos de más. Asimismo, se bromea y sirve como entretenimiento una enfermedad real en la sociedad y según miles de usuarios se ha usado la gordofobia como entretenimiento.
El principal pilar de la crítica se basa en que La que se avecina es una serie con influencia real en nuestra sociedad. Tan solo hay que asomarse a cualquier terraza de bar o patio de instituto para escuchar frases míticas de Amador Rivas o Antonio Recio. Es por ello que, banalizar y reducir a las personas con sobrepeso a meras ballenas varadas que comen galletas a escondidas no ha gustado a la audiencia.
Por ello, una parte de la sociedad española se ha indagando al ver la transformación de este personaje, «Qué vergüenza la gordofobia asquerosa en La que se avecina. Utilizan un «fatsuit» en pleno 2022 solamente para esconder que una actriz está embarazada y transformarla en alguien de una talla 50 que, supuestamente, no se puede mover. Qué asco», ha espetado una usuaria enfurecida en Twitter. «Quién iba a sospechar que una serie como La que se Avecina, repleta de transfobia, machismo y racismo, no iba en algún momento a caer en la gordofobia», ha relatado otro espectador en la red social.
Sin duda, las imágenes de Miren Ibarguren caracterizada sorprenden y mucho. La actriz está irreconocible con una prominente papada y un traje que le aumenta unas cuantas tallas, conocido como fatsuit. “No pretendo criticar a la actriz porque está haciendo su trabajo. Simplemente creo que estamos en un punto en el que quien pilota debería replantearse este tipo de decisiones. Estar gordo no es un disfraz, es una realidad que lamentablemente tiene muy poca representación en la industria. Me parece peligroso que a estas alturas de la película nos gastemos el dinero en ‘trajes de gordo’ en vez de invertirlo en pagar a una persona gorda real que interprete el papel”, expresó al respecto en su cuenta de Instagram la activista y modelo Ana Pizarro.
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