La consulta de Educación Diabetológica, con más de 20 años de trayectoria, ofrece una atención integral a los pacientes con diabetes.

El Hospital Infanta Elena celebra hoy el Día Mundial de la Diabetes con una jornada de concienciación impulsada por la consulta de Educación Diabetológica, un dispositivo asistencial con más de 20 años de trayectoria que ha consolidado un modelo de atención integral y coordinada a las personas con diabetes.

Desde primera hora de la mañana, el equipo de enfermería ha instalado una mesa informativa en la entrada principal del centro para ofrecer pruebas de glucosa, información sobre hábitos de vida saludable y orientación personalizada a quienes se acerquen. El objetivo de la iniciativa es sensibilizar a la población, fomentar la detección precoz de la enfermedad y promover el autocuidado como parte esencial del tratamiento.

En la actividad participan también representantes de la Asociación Huelva Diabetes, junto con la directora gerente del hospital, Esperanza Quintero, que ha querido acompañar al equipo en esta jornada de educación y prevención. “Queremos transmitir que vivir con diabetes no significa resignarse, sino aprender a cuidarse. Desde esta consulta enseñamos a los pacientes a convivir con su enfermedad, con información, apoyo y acompañamiento constante”, ha señalado la directora gerente. Además, desde la dirección del centro se ha querido poner en valor también la labor que lleva a cabo la Asociación, ofreciendo apoyo, información y recursos prácticos a la persona afectada para el día a día. 

La consulta de Educación Diabetológica del Hospital se ha consolidado en estos años como un referente en la atención al paciente con diabetes, ofreciendo un abordaje integral y holístico que va mucho más allá de la prescripción farmacológica. Además de enseñar a ordenar la medicación y educar en alimentación saludable, el equipo aconseja el tipo de ejercicio físico estructurado (de fuerza y cardiovascular), realiza el seguimiento y cuidado del pie diabético, y lleva a cabo cribados de neuropatías, tanto dolorosas como no dolorosas, utilizando tratamientos locales como parches anestésicos cuando el paciente lo precisa.

En los últimos dos años, la consulta ha dado un paso más en la vigilancia del pie diabético mediante la realización de más de 200 estudios de índice tobillo-brazo (ITB), una prueba no invasiva que permite detectar alteraciones en la circulación de las extremidades inferiores. El índice tobillo-brazo compara la presión arterial del tobillo con la del brazo y ayuda a identificar problemas vasculares o de riego sanguíneo, muy frecuentes en personas con diabetes. Su detección precoz es fundamental, ya que la disminución del flujo sanguíneo puede derivar en úlceras o lesiones que, si no se tratan a tiempo, pueden tener consecuencias graves. Gracias a estos estudios, el equipo puede prevenir complicaciones y actuar antes de que aparezcan los síntomas visibles, reforzando así la seguridad y el control integral de los pacientes.

En total, la consulta ha seguido de forma continuada a más de 500 personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 durante estos años, apostando también por la coordinación con la red de Atención Primaria, a través de los enfermeros de enlace, que comunican la evolución de cada paciente a su enfermero de referencia. Este trabajo conjunto garantiza la continuidad asistencial y el control de cada persona en su entorno habitual.

La diabetes es hoy una de las enfermedades crónicas más frecuentes en España. Según la Sociedad Española de Diabetes (SED), afecta al 14,8 % de la población adulta, lo que equivale a que uno de cada siete adultos la padece. España ocupa el segundo lugar en Europa en prevalencia. Además, la Federación Española de Diabetes (FEDE) estima que entre un 30 % y un 40 % de las personas con diabetes desconocen su diagnóstico, lo que aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones graves como infarto, ictus, insuficiencia renal o amputaciones.

Durante la jornada, los profesionales han querido destacar que el control de la diabetes depende, en gran medida, de los hábitos cotidianos. Mantener una alimentación equilibrada, practicar ejercicio físico regular y reducir el sedentarismo son claves para controlar la glucemia, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida. La educación diabetológica continuada es, en este sentido, un pilar esencial. En la consulta se enseña a los pacientes a comprender su enfermedad, a interpretar sus resultados, a detectar síntomas de alerta y a tomar decisiones seguras sobre su tratamiento. Todo ello con una atención centrada en la persona y coordinada entre niveles asistenciales.

“Cada paciente tiene su propio ritmo y sus necesidades. Nuestro trabajo consiste en acompañarlo y darle herramientas para que sepa cuidar de sí mismo, con conocimiento y confianza”, destacan desde la consulta.

A lo largo de la mañana, decenas de personas ya han pasado por la mesa informativa del hospital para realizarse la prueba de glucosa o resolver dudas con los profesionales. Pacientes, familiares y personal sanitario han compartido experiencias y consejos sobre cómo convivir con la enfermedad de forma activa.

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