Chucena disfruta el Jueves Santo de su día grande en la Semana Santa. Un momento marcado en el calendario cofrade de la localidad chucenera, ya que el Cristo de Burgos y la Virgen de los Dolores se echan a las calles de su pueblo profesando fé y amor entre todos los presentes.
La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Estrella será el punto de partida desde el comenzará la estación de penitencia de esta hermandad el jueves, a partir de las 21.00 horas.
El Cristo de Burgos también conocido como Cristo de las Enagüillas, es una talla barroca anónima, atribuida al círculo de Pedro Roldán, entre el último tercio del siglo XVII y el primero del XVIII. Mientras que la Virgen de los Dolores es talla anónima del siglo XVI, convertida en dolorosa en 1956, con remodelaciones de Martínez Cerrillo en 1960 y de León Ortega en 1978.
Unos 100 nazarenos acompañarán a sus titulares durante la noche del Jueves Santo, vestidos con túnicas de color blanco y capa, antifaz, fajín y botonadura en morado, además de contar con el escudo de la Hermandad en el hombro izquierdo.
El capataz general será Francisco Monge quien dirigirá ambos pasos, los aproximadamente 30 costaleros del Cristo y los 40 de la Virgen. El Cristo transitará por las calles de Chucena sumido en el silencio más profundo de la noche primaveral, mientras que el palio de la Virgen mecerá sus varales al compás de la Banda de Música «Hermanos Niños» de Moguer de Huelva.
El exorno floral del paso del Cristo está compuesto por claveles rojos y el palio de la Virgen por alheie rosas y rosas rojas.
En cuanto a estrenos, este año la Virgen estrenará una Corona Dolorosa. Además, se han restaurado la corona de oro y plata, al igual que la ara de la Hermana Mayor y un juego de dos varas de plata.
Hermanos, vecinos, fieles y devotos volverán a soñar en la noche de Jueves Santo al ver a sus dos titulares en la calle. Un sueño que culminará en torno a la una de la madrugada, cuando el Cristo de Burgos y su madre, la Virgen de los Dolores regresen a su Parroquia. Entonces, comenzará la cuenta atrás para volver a creer, soñar y esperar la llegada de un nuevo Jueves Santo en la localidad de Chucena.