Argentina alza la Copa del Mundo en el Mundial de Qatar 2022, en un Mundial invernal y con una final histórica y las celebraciones de un país entero. 

Argentina alzaba ayer la Copa del Mundo en el Mundial de Qatar 2022. La selección argentina ganaba a la francesa en los penaltis y lograba así su tercera Copa del Mundo después de un partido de infarto en el que Mbappé forzó primero la prórroga con dos goles y después los lanzamientos de pena máxima con otro tanto. Un partido que se vaticinaba «aburrido», pero que tomo acción a partir del minuto 80 (aproximadamente). El 3-3 en la prorroga marcaba la tanda de penaltis que decidiría el final de este Mundial.

De esta forma, llegaban a los penaltis donde Argentina se proclamaba campeona del mundo por tercera vez en su historia después de superar a Francia en la tanda de penaltis de la final del Mundial de Qatar (3-3, 4-2 en los penaltis). Desde 1986 esperaba con ansias Argentina, una sequia de 20 años sin que otro país, que ni fuese europeo, gané un mundial. Arrancaron con la derrota frente a Arabia y se llevan la copa en un partido histórico contra Francia.

Pero para anécdota la de Mbappé que ha perdido el Mundial tras marcar tres goles en una final histórica. El popular ‘Donatello’ anotó tres goles y se convirtió en el primer jugador que marca un ‘hat trick’ en una final mundialista desde 1966, cuando lo hizo inglés Geoff Hurst. «Volveremos», escribió Mbappé en redes sociales, quien ya había sido campeón del mundo con el ‘Gallito’ en Rusia 2018..

Asimismo, Leo Messi es el protagonista absoluto del Mundial. Ni los goles de Kylian Mbappé, eclipsan la epopeya del ’10’ en Qatar. El astro rosarino ha sido el líder espiritual de un vestuario joven e inexperto, pero con una fe enorme. Fe en ellos mismos y sobre todo en su gurú. Messi ha sido capaz de ponerse el equipo a la espalda para sacar adelante una selección que ha ido de menos a más. Lo ha hecho con el talento habitual que atesora en sus botas, pero también con carácter, criticado por forofos y seguidores.

Ayer, los argentinos se echaron en masa a la calle. El centro de Buenos Aires colapso por cientos de miles de personas que celebran la obtención de la Copa del Mundo. Restaurantes, bares y negocios que suelen abrir los domingos cerraron, pues nadie se quiso perderse la fiesta de Argentina campeona del mundo. “Ser argentino es un sentimiento, no puedo parar”, se cantaba por las calles de Buenos Aires.

 

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