El IAJ permite a 252 voluntarios disfrutar de actividades de ocio y servicio social y medioambiental con sus voluntariados.

El Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), adscrito a la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, ofrece cada año la posibilidad de acceder a plazas para participar en los Campos de Voluntariado Juvenil tanto dentro como fuera de nuestra región. Este verano 165 voluntarios y voluntarias han disfrutado en campos de voluntariado en otras comunidades y ciudades autónomas.

En concreto, un total de 252 jóvenes voluntarios han realizado, tanto en Andalucía como en otras comunidades y ciudades autónomas de España, actuaciones en materia de arqueología, medio ambiente, intervención social y patrimonial en los 100 campos de voluntariado juvenil que este año ha convocado el IAJ. En la comunidad autónoma andaluza, 87 jóvenes han participado en los cinco campos puestos en marcha en las distintas provincias y otros 165 en el resto de campos de otras comunidades autónomas.

Con vistas a conocer la opinión de los jóvenes participantes, el IAJ ha recabado diversos testimonios de los voluntarios y voluntarias, que manifiestan haber tenido experiencias inolvidables con actividades centradas en la arqueología o el medio ambiente, o con visitas turísticas que han favorecido su aprendizaje y enriquecimiento personal. Todos han coincidido en que supone una oportunidad para hacer nuevos amigos y contactos.

Así ha sido en el caso de Miguel Muñoz, que ha acudido al campo ‘Camino de Papel II-Madrid’, y ha vivido «una gran experiencia»: «Hubo visitas a Madrid y Alcalá de Henares, senderismo, orientación, rutas en bici, entre otras. Además, el trabajo en arqueología era muy interesante, e hicimos varios avances importantes en el yacimiento», ha contado este joven.

En esta misma línea, Iratxe Llaga, de Sevilla, ha participado en el campo de voluntariado ‘Iguales’ en La Victoria de Alentejo (Tenerife), en el que ha recibido formación en igualdad y actividades de tiempo libre, siendo una experiencia que «volvería a repetir».

Marina Morales, una joven de 20 años de Jaén, participó en el campo ‘Proyecto artístico-Toledo’: «Ha sido una experiencia inolvidable», comenta, ya que los campos de voluntariado le dan «la oportunidad de explorar ciudades nuevas, conocer a personas de diversas regiones, aprender y divertirme; además, los proyectos en los que trabajamos son muy interesantes y es muy gratificante ver el progreso una vez terminado el voluntariado. Lo recomiendo totalmente», ha asegurado.

Luis Ramírez, por su parte, que ha asistido a un campo de voluntariado en Cantabria, visitando Santillana del Mar y Potes, ha descrito la parte relativa al trabajo como «muy chula», pues se trató de desenterrar dos torres de vigía de época medieval y realizar todos los procedimientos propios de una excavación arqueológica real: «Una experiencia que realmente recomiendo» porque «conoces multitud de gente nueva, incluso del extranjero, lo que es útil para practicar tu nivel de inglés».

Ana y Victoria López han tenido su estancia en el campo ‘Monte Bernorio-Huerta Varona en Aguilar de Campo (Castilla y León)’: «Sin duda, es un buen voluntariado para iniciarte en la arqueología, ya que se aprende muchísimo, pero también hay muchas actividades complementarias para disfrutar del lugar y por supuesto, para poder estar con los otros voluntarios y las monitoras, ya que todos ellos son fundamentales para que un voluntariado funcione».

Alejandro Chaves ha acudido a un campo de las Islas Cíes (Galicia):»Los compañeros voluntarios con los que trabajé eran increíbles», ha apuntado este joven, que ha destacado la unión con los compañeros y compañeras, con los que ha pasado jornadas de limpieza de playas, «protegiendo la fauna y flora local y contribuyendo a mantener las Islas Cíes en su estado más puro». «Lo que compartimos y el sentido de comunidad que se formó entre nosotros es algo que siempre llevaré conmigo», ha enfatizado, agradeciendo a los monitores que hicieran posible esta vivencia única.

Para Antonio Cañada, de 23 años, y natural de Torredonjimeno (Jaén), su estancia en el campo ‘VCM-03 Toledo Reverdece’ ha sido «bastante positiva». Se trata del segundo campamento que ha realizado y agradece todo lo aprendido, convencido de que le servirá para su currículum. Su labor ha consistido en la realización de entrevistas a la población local y turistas de la ciudad de Toledo sobre la vida en tres plazas de la localidad, para, de esta forma, mediante un análisis previo de cada plaza, plantear propuestas en equipo para hacer de estos espacios lugares más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Tras animar a otros jóvenes a disfrutar de los campos de voluntariado, ha incidido en la importancia de «salir de la zona de confort, abrirse a nuevas personas y experiencias».

Estos jóvenes voluntarios y voluntarias han tenido la oportunidad, durante dos semanas, de disfrutar, aprender y relacionarse. El programa Campos de Voluntariado Juvenil constituye una forma particular de servicio voluntario que cuenta con una larga tradición e implantación en España. Alienta a un grupo de jóvenes de diferentes procedencias a que se comprometa, de manera voluntaria y desinteresada, a desarrollar un trabajo de proyección social y actividades complementarias de carácter lúdico-recreativo, siendo el desarrollo del proyecto un medio para fomentar valores de convivencia, tolerancia, solidaridad, participación y aprendizaje intercultural.

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