La polémica ha sido generada principalmente por las pestañas de la Esperanza, que alteraban su expresión facial, según los devotos.
La Santísima Virgen de la Esperanza Macarena ha sido repuesta al culto en su basílica tras una intervención de urgencia destinada a corregir un efecto estético no deseado que había generado una notable reacción entre fieles y devotos. El motivo de la controversia, el reemplazo de las pestañas de la imagen por otras de mayor tamaño, lo que alteró visiblemente su expresión facial y provocó un amplio debate en redes sociales.
Desde primeras horas del día, numerosos cofrades y devotos manifestaron su inquietud al percibir un cambio en el rostro de la Virgen, cuya mirada, una de las señas de identidad más queridas por los macarenos, se habría visto «desvirtuada» por esta modificación. Las críticas se centraron especialmente en el tamaño y la disposición de las nuevas pestañas, consideradas por muchos como ajenas a la fisonomía tradicional de la Dolorosa.
Ante la dimensión del revuelo generado, la Hermandad de la Macarena ha emitido un comunicado en el que reconoce y comprende las muestras de preocupación de hermanos y fieles, y explica que se ha actuado con la mayor diligencia y rigor técnico para corregir lo que califican como una “alteración estética no buscada”.
“La Hermandad pide disculpas a hermanos y devotos por este incidente”, señala el comunicado, remarcando que “su afán ha sido, es y será siempre preservar en las mejores condiciones posibles el mayor patrimonio que poseen los macarenos: sus Sagradas Imágenes Titulares, y en especial la Santísima Virgen de la Esperanza”.
Cabe recordar que la imagen fue sometida recientemente a un proceso de conservación técnica, que incluyó procedimientos avanzados como radiografías, escáneres TAC, sustitución de las articulaciones de los brazos, renovación de la tela del candelero, limpieza y restauración de la policromía en rostro y manos, además del mencionado cambio de pestañas.
Durante la jornada de hoy, la basílica de la Macarena cerró sus puertas de forma inesperada a las 13:00 horas, una hora antes de lo habitual. Aunque no hubo comunicado oficial en ese momento, fuentes cercanas a la Hermandad han confirmado que el cierre respondió a la necesidad de realizar ajustes de urgencia en la presentación de la Virgen, concretamente para corregir el aspecto de las pestañas.
Una vez solucionado el problema, la imagen ha sido devuelta a su altar con una expresión más acorde a la fisonomía reconocible y venerada por generaciones de macarenos.
La intervención ha reabierto el debate sobre los límites de la restauración y el peso de la sensibilidad devocional, poniendo de manifiesto el profundo vínculo emocional entre los fieles y sus imágenes titulares, cuya estética no solo evoca arte, sino también memoria, fe e identidad colectiva.
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