El inmenso valor medioambiental de un espacio que también es esencial para el futuro del cultivo de arroz y la pesca del Golfo de Cádiz.
El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, ha participado en la presentación de la ‘Alianza Marismas del Guadalquivir-Doñana’, un proyecto promovido por la ONG Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera–Salarte para la conservación y restauración del espacio.
«Estamos orgullosos de la propuesta de esta Alianza Marismas del Guadalquivir-Doñana, que ha logrado que administraciones, entidades privadas, comunidad científica e investigadora y sector primario vuelvan a ir de la mano en una clara apuesta por mantener y preservar el capital natural del Guadalquivir-Doñana«, ha apuntado Fernández-Pacheco, quien ha destacado que «desde la Junta de Andalucía no podemos más que aplaudir este tipo de iniciativas».
Durante la presentación, el consejero ha destacado la «importancia» de la conservación de los ecosistemas: «Sin agua no hay vida ni actividad económica posible». En este sentido, ha resaltado lo fundamental que es mantener estos espacios con agua para la biodiversidad y también para la agricultura, en concreto, para el cultivo del arroz, del que casi de 35.000 hectáreas se sitúan en el entorno la zona de actuación de este proyecto.
«El arroz es y debe ser un aliado en la conservación de la biodiversidad», ha reclamado. Para el consejero, este cultivo es «un magnífico ejemplo de cómo una actividad agraria puede ayudar a mejorar el hábitat de especies tan importantes como las aves».
Pesca
Si es importante mantener las marismas con buena salud para la agricultura, también lo es para el futuro de la pesca. «Si no hay agua en la marisma, no hay pesca en el Golfo de Cádiz», ha afirmado tajante Fernández-Pacheco. Tal y como ha explicado, la Reserva del Guadalquivir, donde el río vierte al Atlántico, es escenario natural y refugio de larvas y alevines de numerosas especies, que se crían y engordan antes de salir al Atlántico como el jurel, la corvina, el camarón o el langostino.
En este sentido, se ha referido al caso concreto del boquerón y la propuesta «injusta» de la Comisión Europea de restringir la cuota de captura en el Golfo de Cádiz. «Un nuevo recorte de los totales admisibles de captura dejaría al sector herido de muerte, con más de 80 barcos amarrados a puerto y la destrucción de miles de puestos de trabajo, entre pescadores, armadores, trabajadores de lonjas, envasadoras, conserveras o transportistas. Por eso, desde la Junta, al lado del sector, pedimos una y mil veces que se ponga coto a este atropello sin sentido», ha reivindicado.
Por su parte, el director general de Espacios Naturales Protegidos de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, José Enrique Borrallo, ha valorado la actuación «indispensable» de la sociedad civil en este proyecto de «salvaguarda, potenciación y mejora» de las marismas del Guadalquivir y del Parque Natural de Doñana. Borrallo ha recordado que Andalucía cuenta con tres millones de hectáreas bajo una figura de protección, lo que supone un tercio de la región, en la que viven medio millón de personas. «Conservación y desarrollo son perfectamente compatibles», ha asegurado.
También han intervenido en la presentación el presidente de Salarte y promotor de la Alianza, Juan Martín, y el presidente de la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez.
Sobre la Alianza
La Alianza pretender preservar una zona que abarca actualmente más de 11.500 hectáreas en tres provincias (Huelva, Cádiz y Sevilla), tres comarcas territorialmente bien definidas (Comarca de Doñana, Bajo Guadalquivir y Costa Noroeste) y aspira a expandirse hasta las 13.500 hectáreas. Su enfoque no se limita únicamente a la restauración ecológica, sino también a la promoción de una economía verde que incluya turismo ornitológico, sensibilización ambiental, ecoturismo y otras actividades vinculadas a la historia, la gastronomía y el patrimonio cultural de la región.
La Alianza Marismas del Guadalquivir-Doñana se posiciona como un proyecto de relevancia histórica, no sólo por la extensión del territorio que abarca, sino también por la diversidad de sectores y actores que involucra. Entre sus aliados se encuentran instituciones como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la Estación Biológica de Doñana, la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, la Confederación Española de Pesca y las universidades de Huelva, Pablo de Olavide, Cádiz y Sevilla, así como numerosos agricultores, pescadores, investigadores y gestores de tierras que han hecho del Guadalquivir su modo de vida.
El compromiso de la alianza es claro: recuperar el capital natural del Guadalquivir y Doñana para que la región siga siendo un referente en biodiversidad, producción pesquera y agrícola, y conservación de los ecosistemas.