Asociaciones de la Benemérita condenan el «salvaje asesinato» de Barbate. Avisan de que la violencia de los nacrotraficantes va en aumento a diario.
Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil IGC, AEGS, ASES-GC, Jucil, AUGC, Unión de Oficiales y la entidad de Cabos han emitido un comunicado conjunto mostrando su «indignación por el salvaje asesinato» de dos agentes del cuerpo arrollados por una narcolancha cuando participaban en una actuación contra el tráfico de drogas en el puerto de Barbate (Cádiz). Al respecto, reclaman una vez más un incremento de los medios humanos y materiales para combatir el crimen y, especialmente, conminan al ministro de Interior a dejar el cargo si no es «capaz de asumir la responsabilidad».
En su escrito conjunto, estas asociaciones profesionales de la Guardia Civil han lamentado que los hechos aconteciesen ante «la mirada impasible de un grupo de personas que jaleaban» a los narcos, toda vez que varios centenares de personas han participado este sábado en una concentración en Barbate en señal de duelo por los agentes fallecidos y en demanda de más medios policiales para combatir las organizaciones de narcotraficantes.
Las asociaciones profesionales han dado su pésame a las familias de los dos agentes fallecidos, los efectivos David Pérez Carracedo y Miguel Ángel González Gómez, quienes «trataban de detener a los ocupantes de una narcolancha con unos medios a todas luces insuficientes con los que se dota a los guardias civiles de la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Cádiz», una situación que estas organizaciones llevan «años» denunciando, según avisan.
«La falta de materiales es más que acuciante», aseveran, lamentando que la Dirección General de la Guardia Civil alegue según aseguran, que los medios técnicos desplegados «son suficientes», sin acceder «tampoco a un refuerzo» de las plantillas.
Miguel Ángel González Gómez, pertenecía al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Tenía 39 años, era natural de San Fernando (Cádiz) y estaba soltero, aunque tenía pareja y una hija. Por otro lado, David Perez Garacel, el otro fallecido, era agente del Grupo de Acción Rápida (GAR). Con 43 años, había nacido en Barcelona pero era vecino de Sarrigurren (Navarra), donde estuvo destinado muchos años. Estaba casado y tenía dos hijos de 8 y 10 años
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