El sector fresero de Huelva casi ha finalizado la preparación del terreno para la producción de la próxima campaña -con excepciones en algunas zonas-, por lo que se han llevado a cabo los trabajos de abono, alomado de la tierra y desinfección, así como la colocación de plásticos y las instalaciones de los riegos, con el temor de la sequía que se está sufriendo, por lo que considera que este año la falta de agua va a ser un factor «bastante limitante» a la hora de realizar la plantación, según indica Europa Press.

Ahora «toca esperar a que a finales de septiembre o principios de octubre comience la plantación de las variedades tempranas», mientras que las de temporada se plantarán a mediados del mes de octubre. Aún es pronto para concretar el número de hectáreas que se plantarán, pero desde Freshuelva han señalado que será una cifra similar a la de la pasada campaña, cuando se superaron las 6.100 hectáreas plantadas, ya que «la superficie plantada de fresa está bastante fija desde los últimos años» y no hay «grandes variaciones» porque «no se cuenta con agua».

En este sentido, ha reseñado que la falta de agua es «uno de los factores que está influyendo en la preparación del terreno» porque esta fase «necesita también agua», de forma que «hay algún retraso en algunas zonas por este tema», por lo que se está esperando un poco «a ver si hay alguna tormenta de verano que posibilite que la labor de alomado se pueda realizar de forma más factible» para que «compacte la tierra».

De la misma manera, ha subrayado que el sector está pendiente de la climatología porque para la plantación «se va a requerir que tengamos lluvia» y «si en el otoño no hay, la planta lo va a sufrir bastante», sobre todo «en los primeros días en los que tiene que enraizar», al tiempo ante la posibilidad de que las lluvias se retrasen «también podría retrasarse la plantación en algunas zonas alguna semana». Por ello, ha manifestado que esperan que haya unos meses de septiembre y octubre «lluviosos» para que la plantación se haga «lo mejor posible».

Por otra parte, al sector se le suman otros problemas como la subida de insumos, debido a que el abono «está casi al doble que el año pasado», al igual que el precio de los plásticos que se usan para el alomado -derivado del petróleo-, así como que la energía eléctrica necesaria para el riego «está por las nubes». «Estos primeros gastos ya suponen un hándicap importante y una subida de costes en la materia prima».

El sector fresero de la provincia de Huelva cerró la campaña 2021-2022 con una producción total de fresa de 270.120 toneladas, lo que supone un descenso del cuatro por ciento respecto a la campaña pasada.

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