La Misa Pontifical es un momento cargado de significado para todos los rocieros que peregrinan hasta la Blanca Paloma.
El Real del Rocío ha sido escenario de una de las celebraciones más significativas de la Romería del Rocío, acogiendo la Misa Pontifical en este Domingo de Pentecostés. A partir de las 10.00 horas, la Solemne Misa fue oficiada por el Obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, reuniendo a las 127 Hermandades Filiales en una manifestación de fe y tradición rociera.
Con los primeros rayos del sol, los rocieros se congregaron para participar en esta ceremonia emblemática. Cada hermandad estuvo representada con sus Simpecados, llenando de color y devoción el Real de la aldea del Rocío. La Eucaristía, cargada de simbolismo y fervor, permitió a los peregrinos renovar su compromiso espiritual y su amor por la Virgen del Rocío.
Finalizada la Misa, los peregrinos se reunieron con sus respectivas hermandades, compartiendo la emoción y la espera del momento más esperado de la romería: la salida de la Blanca Paloma. En la madrugada del lunes 20 de mayo, la Virgen del Rocío recorrerá las calles de su aldea, llevando esperanza y alegría a todos los presentes.
Este año, la procesión tiene un significado especial, ya que marca el retorno de la Blanca Paloma en un nuevo Lunes de Pentecostés, después de años de incertidumbre y desafíos. La expectación es palpable, y los romeros aguardan con ansias el momento en que la Virgen del Rocío vuelva a ser protagonista, reafirmando su fe y celebrando la continuidad de una tradición que perdura a través de los siglos.