Los oftalmólogos del centro hospitalario han realizado, hasta el 30 de septiembre, más de un millar de intervenciones quirúrgicas.
El Servicio de Oftalmología del Hospital Infanta Elena ha mantenido durante este último año un ritmo de trabajo muy importante con el objetivo de agilizar la asistencia sanitaria y poder dar respuesta al creciente número de pacientes que requieren de una intervención quirúrgica en este ámbito o de la realización de un tratamiento médico invasivo, fruto del progresivo envejecimiento de la población y de la aparición, en consecuencia, de más patologías oculares.
Se trata de un dato que se pone de manifiesto cada mes de octubre, en el que se conmemora el Día Mundial de la Visión. Una celebración con la que se intenta concienciar a la sociedad acerca de las distintas enfermedades visuales y la importancia de la prevención, así como de la rápida actuación una vez es detectada, como forma de evitar que el paciente pierda la capacidad de ver.
Conscientes de ello, los oftalmólogos del Infanta Elena han querido reforzar su actividad quirúrgica para reducir los tiempos de espera y agilizar la asistencia sanitaria. Un esfuerzo que se ha visto respaldado por los resultados obtenidos, que han supuesto un crecimiento, en apenas un año, de las intervenciones quirúrgicas en más de un 85% respecto al mismo periodo del año anterior y en más de un 100% respecto al 2021. Así, los datos reflejan que 1.040 pacientes fueron operados por distintas patologías oftalmológicas desde enero hasta el 30 de septiembre en los quirófanos del Hospital Infanta Elena, 480 más que el año anterior y más de 500 en relación a dos años antes.
En su mayoría las intervenciones se han llevado a cabo para paliar el efecto de las cataratas, una patología muy vinculada a la edad, que han podido resolverse en Hospital de Día Quirúrgico, sin necesidad de ingreso y con la comodidad que eso implica para los pacientes, que pueden ser intervenidos con las máximas garantías y volver a su casa a las pocas horas. El seguimiento en consulta los días posteriores garantiza también la seguridad del paciente y supone un añadido en calidad para las personas intervenidas.
La actividad también ha crecido significativamente en la realización de determinados tratamientos, considerados más invasivos y que deben realizarse en un ámbito quirúrgico o con las debidas garantías de asepsia, control y seguridad. De esta manera, las inyecciones intraoculares de diferentes fármacos se han convertido en una terapia muy eficaz para mantener el nivel de visión en muchos pacientes, sobre todo aquellos con patologías como las neovascularizaciones subretinianas, entre las que se incluye la degeneración macular exudativa asociada a la edad, los edemas maculares secundarios a diabetes, las oclusiones vasculares de la retina o las uveítis.
En este sentido, se han realizado por parte del Servicio de Oftalmología desde enero de 2023 hasta el pasado 30 de septiembre 959 tratamientos intravítreos, un 30% más que los realizados durante el mismo periodo del año 2022 y que refleja el interés de los profesionales por ofrecer una respuesta asistencial adecuada.
No hay que olvidar que se trata de pacientes con un alto riesgo de pérdida de visión, que necesitan acudir al centro para sus tratamientos intraoculares, que están considerados no demorables. Muchas de estas patologías pueden producir un empeoramiento de la visión si no se recibe tratamiento a tiempo y con la cadencia adecuada.
En cuanto a las consultas externas, han pasado por sus instalaciones durante estos meses de 2023 más de 14.500 pacientes, de los que en 3.600 ocasiones se trataba de primeras visitas derivadas de Atención Primaria y más de 8.400 de revisiones. Una alta actividad en todos los sentidos, que supone una satisfacción para sus profesionales y para el conjunto del Hospital.
Un éxito que ha sido posible gracias a la reorganización de los circuitos asistenciales y al compromiso de sus profesionales, pero también a la incorporación de nuevas infraestructuras y equipamiento electromédico por parte del centro hospitalario, que ha permitido aumentar significativamente el número de sesiones quirúrgicas de las que disponía el área y, por lo tanto, la oportunidad de llevar a cabo más intervenciones.
Los nuevos equipos, como el dispositivo para la realización de refractometrías automatizadas, que permite medir de forma exacta la lente que necesita el paciente que tiene que ser intervenido de cataratas, ha agilizado y mejorado significativamente la actividad y la calidad de las intervenciones, así como la recuperación de los pacientes. Todo un esfuerzo conjunto entre servicios y profesionales en pro de la salud visual de los pacientes del Hospital Infanta Elena.