Estas informaciones fueron conseguidas de manera ilícita por el agente fueron después reveladas a terceras personas.
La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un agente de la Guardia Civil destinado en Punta Umbría a cinco años de prisión como autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y otro de violación de secretos, tres años por el primero y dos años por el segundo– a través del uso de bases de datos y la confiscación de un teléfono móvil a un detenido. Estas informaciones fueron conseguidas de manera ilícita por el agente fueron después reveladas a terceras personas.
De este modo, se considera probado que este funcionario de la Guardia Civil cogió y se guardó el teléfono móvil de un hombre detenido en junio de 2022 por un delito de quebrantamiento de condena por haberse aproximado, teniéndolo prohibido, a su expareja. Tras ello, se acercó vestido de uniforme a la vivienda de la expareja del detenido y le pidió que desbloqueara el teléfono y que le proporcionara el número de identificación personal (pin) de éste, petición que repitió de madrugada mandándole a la mujer un mensaje.
Así las cosas, el funcionario accedió de manera «no consentida e injustificada» al teléfono móvil del detenido y «durante la madrugada del día siguiente realizó llamadas con el mismo a través de la aplicación de WhatsApp, ingresando en el correo electrónico, y en la aplicación WhatsApp y en registro de llamadas saliente y entrantes». Después de todo ello, entregó el teléfono en el puesto de la Guardia Civil de Punta Umbría aproximadamente a las 04,00 horas.
Señala la sentencia que, prevaliéndose de su condición de miembro de la Guardia Civil, accedió «sin causa que lo justificara», a información confidencial de bases de datos no públicas, «obteniendo datos de carácter privado y reservado de personas, vehículos y procedimientos policiales y judiciales, que proporcionó a un tercero».
Asimismo, recoge también que tras mantener una conversación con su hermano «en la que éste se interesó por los datos del propietario de un vehículo» el agente realizó varias consultas en bases de datos «para facilitar a su hermano lo solicitado, poniéndole en conocimiento datos reservados como fueron los antecedentes policiales y detenciones de una tercera persona».
Por todo ello, ha sido condenado a cinco años de prisión, además de a la suspensión de empleo o cargo público por tiempo de un año e inhabilitación absoluta por tiempo de nueve años.