Las Fiestas Colombinas hunden sus raíces en la historia de uno de los episodios más decisivos de la humanidad: el viaje de Cristóbal Colón hacia América.

Las Fiestas Colombinas de Huelva no son solo el pistoletazo de salida del verano onubense, sino también una tradición centenaria que hunde sus raíces en la historia de uno de los episodios más decisivos de la humanidad: el viaje de Cristóbal Colón hacia América en 1492. Estas celebraciones, que conmemoran la partida de las carabelas desde el Puerto de Palos, nacieron oficialmente en agosto de 1880 como una iniciativa de la recién creada Real Sociedad Colombina Onubense.

Tal y como recoge el periodista Toni Garrido en su obra “Origen e historia de las Fiestas Colombinas”, los primeros programas incluían regatas y cucañas en la ría, veladas literarias, conciertos, funciones religiosas en el Monasterio de La Rábida y bailes de sociedad. Un claro reflejo del espíritu cultural y solemne con el que nació esta cita.

Con el paso de los años, las Colombinas fueron creciendo en participación y variedad. A comienzos del siglo XX, el Muelle se convirtió en el centro neurálgico de la fiesta, con puestos de dulces, refrescos, conciertos de bandas y hasta la presencia de tropas militares llegadas en buques de la Armada. Los festejos taurinos también empezaron a formar parte habitual de la programación en el coso de la Merced.

El año 1910 marcó un nuevo impulso: una comisión formada por representantes del Ayuntamiento, del comercio local y de la prensa tomó las riendas de la organización, introduciendo actividades como homenajes a la bandera, concursos de coches decorados y fiestas deportivas.

Pero fue en 1925 cuando las Fiestas Colombinas comenzaron a transformarse definitivamente. La instalación de la caseta del Círculo Mercantil atrajo a más público y obligó a cambiar el recinto en 1943 al Muelle de Levante. Allí crecieron las casetas, se incorporaron las atracciones mecánicas –los populares “cacharritos”– y nacieron eventos emblemáticos como el Circuito Ciclista Colombino y la Cabalgata Colombina, esta última iniciada en 1956.

En 1965, las Colombinas se trasladaron al terreno que hoy ocupa el Estadio Nuevo Colombino. Ese mismo año se celebró el I Trofeo Colombino de fútbol, impulsado por el Recreativo de Huelva, y en 1968 se inauguró la Plaza de Toros Monumental, que albergó faenas memorables hasta su demolición en 1997.

Con el paso del tiempo, algunos eventos como la cabalgata o la llegada de tropas se fueron perdiendo, y la fiesta se concentró en el recinto, donde cobraron protagonismo las casetas y los conciertos musicales. En el año 2000, el festejo se mudó al Ensanche Sur, y desde 2012 se celebra en su ubicación actual, detrás del antiguo terreno del Tiro de Pichón.

Hoy, las Fiestas Colombinas siguen siendo mucho más que una feria: son un legado vivo de la historia colombina, un encuentro con las raíces de Huelva y una cita ineludible para onubenses y visitantes que, cada año, se suman al homenaje de una ciudad que no olvida su papel en el origen del Nuevo Mundo.

 

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