Patricia Millán, junto al personal técnico de la Diputación ha recorrido las instalaciones del matadero, cerradas desde 2016.
La diputada de Agricultura, Ganadería, Pesca y Marca Huelva, Patricia Millán, ha visitado el matadero del Andévalo, cerrado desde 2016, junto al personal técnico de Ganadería y Medio Ambiente, y han recorrido las instalaciones con otras autoridades locales y representantes de la Delegación de Salud y Consumo y de la unidad de Protección de la Salud del Distrito Sanitario Huelva- Costa.
Por parte de Diputación Provincial, han realizado la visita Isabel Brito como jefa de sección de Medio Ambiente y Manuel Cumbreras, jefe de sección de Ganadería, y en representación de la sociedad Matadero del Andévalo S.A. los titulares Juan Manuel Borrero, Juan Márquez, Lucas Cárdenas y Javier Pereira.
Con la visita a las instalaciones, se pretende evaluar su estado de conservación tras siete años de inactividad. En palabras de Millán, el objetivo principal de volver a poner en marcha este servicio no es otro que “contribuir a la reactivación del sector ganadero» de la comarca del Andévalo, que actualmente tiene que trasladarse a la Sierra de Huelva o a Sevilla para realizar esta actividad. “Este es un sector que tenemos la voluntad firme de apoyar y facilitar su desarrollo ya que actualmente se ve afectado por problemas como la falta de relevo generacional y la necesidad de formación. Necesitamos que la actividad ganadera continúe y se refuerce para poder afrontar con garantías el reto demográfico”, ha asegurado.
A partir de ahora, se plantea realizar un estudio de viabilidad, así como estudiar posibles líneas de actuación público-privada para la posible reapertura de las instalaciones, ya que según Patricia Millán “sería necesario ante la falta de mataderos en la comarca del Andévalo, requiriendo informes técnicos de la Delegación de Salud y Diputación sobre los requisitos necesarios que debe cumplir para reanudar la actividad”. El matadero del Andévalo tiene una capacidad de corrales de 400 cerdos y 600 corderos cada día.
Su reapertura permitiría a ganaderos e industriales de la zona no tener que desplazarse a la Sierra o a Santa Barbara de Casas a sacrificar a su ganado.