La Cátedra de Aguas de la UHU organiza unas jornadas sobre la calidad de las aguas de consumo. Con el apoyo de la Red Nacional de Cátedras del Agua, esta iniciativa de la UHU pretende debatir cuestiones relevantes en cuanto a la calidad, el marco normativo, la gestión y la seguridad alimentaria del agua que llega a nuestros hogares
La Cátedra de Innovación Social Aguas de Huelva de la UHU, con la colaboración de la red nacional de Cátedras del Agua y de la Cátedra del Agua y la Sostenibilidad de Aguas de Murcia, ha puesto en marcha una jornada de trabajo en el Aula de Grados de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Onubense, para debatir entre profesionales del sector sobre cuestiones relevantes a la calidad del agua de consumo humano, la legislación y marco normativo actual, la gestión, eficiencia hídrica, y la seguridad alimentaria del preciado elemento.
La cita ha sido inaugurada por la vicerrectora de Innovación y Empleabilidad de la UHU Isabel María Rodríguez; el teniente alcalde de Urbanismo, Medio Ambiente y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Huelva, Manuel Gómez; la directora de Sostenibilidad, Acción Social e Innovación en Aguas de Huelva, Natividad Moya; y el director de Agua España – Agbar, Javier Segovia.
La Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea consideran el agua para consumo humano como aquella que una persona puede beber todos los días, durante toda su vida y sin ningún riesgo para su salud.
Para fijar la calidad que debe tener el agua del grifo, la Unión Europea, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud determina los límites de presencia de componentes en el agua, incluyendo microorganismos patógenos y de componentes tóxicos, aunque muchos de éstos no perjudican el cuerpo humano –algunos incluso aportan beneficios– y otros, sólo si están presentes en grandes cantidades. El agua de consumo puede considerarse de buena calidad cuando es salubre y limpia, es decir, cuando no contiene microorganismos patógenos ni contaminantes a niveles capaces de afectar adversamente la salud de los consumidores.
La gestión del agua presenta gran complejidad, por lo que normalmente intervienen diversos agentes, como los municipios, las empresas abastecedoras, los laboratorios de control y las administraciones sanitarias. Todos ellos velan por que el suministro de agua de consumo humano sea buena calidad, sin riesgos para la salud, fácilmente accesible y en la cantidad requerida. En nuestro país, los responsables de la calidad del agua del grifo son los Ministerios de Sanidad y de Consumo, las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas, el Ayuntamiento de cada ciudad, la empresa suministradora, y cada propietario de instalaciones interiores dentro de su propiedad.
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