La Hermandad del Rocío de Niebla esta a horas de comenzar su ansiado peregrinar hacia la aldea almonteña, en una jornada marcada por la devoción.
El municipio iliplense ha amanecido envuelto en una atmósfera de fervor y emoción. La Hermandad del Rocío de Niebla esta a horas de comenzar su ansiado peregrinar hacia la aldea almonteña, en una jornada marcada por la devoción y la intensidad de los sentimientos que despierta el reencuentro con la Blanca Paloma.
Puntualmente, a las 8:00 horas del jueves, el Simpecado emprenderá su marcha tras la celebración de la tradicional Misa de Romero, uno de los momentos más solemnes de este Jueves de Camino. La ceremonia religiosa dará paso al recorrido del Simpecado por las calles del municipio, en un desfile cargado de simbolismo y acompañado por el respeto y la alegría de vecinos y peregrinos.
La comitiva, guiada con precisión por su carretero, cumplirá con el itinerario establecido, dejando tras de sí una estampa de fe compartida que en Niebla se vive con particular intensidad. No faltarán los vítores, los cantes y las lágrimas de emoción al ver partir la carreta hacia las arenas.
Ya fuera de la localidad, la Hermandad seguirá su camino en dirección a la aldea del Rocío, realizando las paradas tradicionales de esta peregrinación. Uno de los momentos más significativos se producirá a su paso por Rociana del Condado, donde el reloj marcará exactamente las doce del mediodía, la hora del Ángelus. Al son pausado del tamboril, los rocieros han rezado junto al Simpecado iliplense, envolviendo el ambiente en un recogimiento conmovedor.
Tras el rezo, la Hermandad retomará su marcha, atravesando parajes como el Pino Cáceres y Las Parcelas, hasta llegar al emblemático Arco Mariano, una de las puertas simbólicas al encuentro espiritual con la Virgen.
La jornada culminará ya entrada la medianoche, cuando la carreta del Simpecado rodeada de los peregrinos llenos de la dicha indescriptible de haber alcanzado un año más la meta.
Durante todo el trayecto, la Hermandad estará acompañada por los cánticos tradicionales y el eco inconfundible del tamborilero, elemento esencial de la estética sonora rociera. Muchos de los romeros entonaron de forma unánime y sentida la Salve Rociera, uno de los himnos espirituales más representativos de esta devoción:
“Salve, Madre, en la tierra de mis amores
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de las flores,
muestra aquí de tus glorias los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Virgen santa, Virgen pura, vida esperanza y
dulzura del alma que en ti confía.
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare todo mi amor para ti,
mas si mi amor te olvidare, Madre mía,
Madre mía, mas si mi amor te olvidare
tú no te olvides de mí.”
Un camino cargado de esperanza, devoción, emoción e ilusión, cuyo fin es que el Simpecado de Niebla y sus fieles que ya se encuentran en la tierra santa puedan vivir por todo lo alto la Romería del Rocío en este año 2025. Hasta el próximo martes, permanecerán en la aldea disfrutando y viviendo esos momentos tan únicos y entrañables que deja el regreso de una festividad tan esperada por todos.
