Felipe VI designa a Feijóo como candidato a la investidura

El Rey, tras la ronda de contactos con los grupos políticos, propone a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura.

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El Rey ha designado a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la Presidencia del Gobierno. Así lo ha confirmado la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, después de ser recibida por el monarca al término de la ronda de contactos con los partidos políticos con representación parlamentaria.

La presidenta de la Cámara Baja ha declarado en el escritorio del Palacio de las Cortes, como como estipula el artículo 99 de la Constitución. Asimismo, la Casa de Su Majestad el Rey ha hecho público un comunicado en el que realiza una serie de consideraciones sobre la decisión de Felipe VI. Entre ellas el hecho de que el Partido Popular (PP) haya sido «el grupo político que ha obtenido mayor número de escaños en las pasadas elecciones del 23 de julio». Por su parte, Armengol se va a poner en contacto con Feijóo para comentar los pormenores del debate de investidura, entre ellos el de la fecha de la misma.

La designación del líder del partido ganador de los comicios, recuerda Zarzuela, ha sido «la costumbre» salvo en la XI legislatura en 2016, cuando se designó candidato a Pedro Sánchez, después de que el líder del grupo más votado y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declinase el ofrecimiento del Rey. Y añade el comunicado que «en el procedimiento de consultas llevado a cabo por Su Majestad el Rey no se ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer esa costumbre».

En la ronda de consultas se han ausentado, ERC, Bildu y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) así como, por primera vez, Junts per Catalunya, las formaciones con las que Sánchez aspira a revalidar su cargo.

Sí acudieron las que están dispuestas a apoyar a Feijóo, caso de Vox, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria, que suman junto al PP 172 escaños, cuatro menos que la mayoría absoluta necesaria en primera votación, mientras que en la segunda, que se celebra cuarenta y ocho horas después, basta con una mayoría simple, o lo que es lo mismo, más síes que noes.