Paco deja tras de él más de cuatro décadas de entrega, profesionalidad, humanidad y cariño.
El Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez ha vivido esta semana una despedida tan entrañable como merecida. Paco Jódar Suárez, matronista con más de cuatro décadas de entrega, se ha jubilado, dejando tras de sí una profunda huella entre pacientes y compañeros. Su adiós marca el final de una etapa llena de profesionalidad, humanidad y cariño.
“Si volvieras a nacer, ¿volverías a elegir la profesión a la que has dedicado toda tu vida?” A esta pregunta, Paco siempre responde con un sí rotundo. Porque para él, el matronismo no ha sido solo un trabajo, sino una vocación vivida con pasión, así lo ha publicado el Hospital Juan Ramón Jiménez en sus redes sociales.
Durante estos años, Jódar ha sido una figura muy reconocida dentro del equipo del hospital, tanto por su experiencia como por su actitud positiva y cercana con pacientes y compañeros. Su implicación ha ido más allá del ejercicio técnico de su labor, destacando también por el trato humano y la sensibilidad con la que ha acompañado a numerosas mujeres durante uno de los momentos más importantes de sus vidas.
El centro ha querido agradecer su dedicación con un emotivo acto de despedida, en el que compañeros y responsables del hospital han resaltado su profesionalidad y vocación. «Siempre ha puesto el corazón en cada paso de su carrera», señalaron durante el homenaje, en el que también se recordaron algunos de sus gestos más característicos y personales.
Con su marcha, el Hospital Juan Ramón Jiménez pierde a un referente dentro del área de matronas, aunque su legado quedará presente en la memoria de quienes han compartido con él tantos años de trabajo y compromiso sanitario.