Más de seis mil niños pasaron bajo el manto de la Blanca Paloma en uno de los fines de semana más bonitos del año. La Candelaria lleno de luz la Aldea almonteña.
El primer fin de semana de febrero se celebra la Fiesta de la Luz en el Santuario de María Santísima del Rocío. En este acto de Presentación de los niños a la Virgen se han contabilizado entorno a unos seis mil niños. De hecho, según se ha podido observar la cola de espera llegaba al conocido bar «La Guindilla» ubicado al otro lado de la Aldea, en el Barrio de las Gallinas. La Candelaria es una fiesta en la que la Iglesia recuerda el pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.
Los actos y cultos comenzaban, este año por primera vez, con una eucaristía organizada por la Asociación de Tamborileros de Andalucía, esta servía de antesala a los cultos de la Candelaria. En ella participarón numerosos tamborileros de hermandades andaluzas, que componen esta entidad. Tras el rezo del Rosario por el itinerario tradicional, en las calles de la aldea. Presidido por el simpecado de la institución almonteña, abriendo este cortejo estará la Escuela de Tamborileros.
A continuación, se celebró en el Santuario la Vigilia Mariana, uno de los momentos de mayor recogimiento en los que, con el templo prácticamente a oscuras, se bendice el fuego y se alzan las velas, como símbolo de que Jesús es la Luz que viene a alumbrarnos.
El calendario de peregrinaciones quedaba pausado durante el fin de semana y tras los culos anteriormente citados, el domingo, a partir de las 11:00, se vivió la jornada más entrañable de esta cita, la Presentación de los Niños a la Virgen, en la que los rocieros más pequeños eran bendecidos al pasar por el manto de la Patrona de Almonte. Cientos de familias venidas de diferentes puntos de la geografía acuden cada año hasta la Aldea.
